Esta es, posiblemente, una de las preguntas que más me han realizado últimamente (junto con la de “¿cuál es tu secreto para mantenerte tan bien?” 🙂) y en estos días pasados de celebraciones navideñas, cargados de comidas y cenas con familiares y amigos, también ha salido en un buen número de ocasiones a relucir. Seguramente, porque me puedo considerar «orgulloso» de ser un friki que busca la mejora continua, liberarme del estrés (bueno, eso lo busca todo el mundo pero pocos hacen algo que realmente funcione para conseguirlo) y ser lo más eficaz posible, y por ello siempre que puedo meto la cuña.
Puedo asegurar que en todos los casos en los que respondía, la cara de la otra persona era todo un poema. Y no creo que fuese porque lo que dijese no tuviese sentido, sino porque la mayoría no está preparada para comprenderlo. Bueno, si lo están pero no lo saben.
Pero volvamos al objetivo que me ha hecho escribir este post (responder de manera sencilla a qué es GTD, o mejor qué es para mí GTD). Podría decir que GTD es el acrónimo de Gettings Things Done (traducido al castellano algo así como “haciendo que las cosas estén hechas”, pero sin duda es mejor no traducirlo… al menos literalmente), una metodología de productividad personal creada por David Allen. Cómo existen multitud de referencias en Internet sobre su autor y la propia metodología (podéis buscar en la web de propia metodología o en Wikipedia), no voy a extenderme más sobre la explicación objetiva de todo ello pero si quería comentar qué es para mí GTD.
Recuerdo que mientras asistía a un curso en Ákoras sobre Practicioner en PNL , una compañera preguntó en uno de los descansos: “habláis maravillas de ello, ¿pero qué es GTD?”. Lo primero que se me vino a la mente fue darle la explicación ortodoxa de lo que era GTD pero, ante el riesgo de que no volviese a dirigirme la palabra, preferí tratar de explicar lo que GTD significaba para mí. Lo que me salió fue, más o menos: “GTD ofrece una sistematización de los procesos personales de actuación y comportamiento de cada individuo que le permiten maximizar la eficiencia de sus acciones alineándolas a los objetivos que persigue en su vida profesional y personal”.
Claro, ante esa respuesta la compañera “plegó velas” y creo recordar que no volvimos a hablar sobre el tema (menos mal que algun compañero pudo reconducir la situación, jeje). Como siempre trato de aprender de la experiencia, traté de no cometer el mismo error la siguiente oportunidad que tuve de hablar de ello, y en ese caso simplemente comenté, no sin cierto cuidado, que “GTD es una metodología de planificación y organización del trabajo muy eficiente en entornos de mucha actividad y responsabilidad, que ayudaba a tomar las mejores decisiones para hacer aquello que debíamos o podíamos hacer en cada momento para conseguir los objetivos que teníamos”. Aquello parece que enganchó más, aunque realmente estuviese diciendo lo mismo.
En cualquier caso, me ocurre que cada vez que me preguntan sobre qué es GTD respondo de una manera diferente en función del estado de ánimo, del contexto, de la experiencia, de la persona,…, pero siempre subyacen las mismas ideas: método, responsabilidad, toma de decisiones, eficiencia y, sobretodo, que es algo que funciona. Porque, al fin y al cabo, como indica el propio David Allen, la respuesta es simple: GTD es algo que te ayuda a hacer que todo funcione.
Hola David, vuelvo a estar por aquí.
Llevo ya un mes peleándome con el método a ver si consigo desaprender la forma que tenía de organizar mis tareas tal y como me recomendaste y readaptarla al GTD.
Lo cierto es que voy avanzando pero sigo encontrando serios problemas en la gestión de imprevistos: Emails con tareas urgentes, llamadas que se alargan y me roban tiempo que tenía planificado para otro proyecto… y siempre acabo por ir más lenta que cuando trabajo de forma «clásica» por prioridades y tiempos de entrega.
¿Algún consejo? Siempre acabo pisándome con las entregas :S
Muchas gracias y adelante con el blog, que quiero seguir leyendo sobre estos temas 🙂
Que pases un buen día,
Zaira.
Hola Zaira,
Todo proceso de aprendizaje lleva su tiempo y más si tiene un proceso necesario de desaprendizaje. Creo que el paso que estás dando de querer mejorar es, ya de por si, importante.
¿Consejo?. Bueno, no sé si es un consejo pero si es mi experiencia: ve poco a poco. ¿Has leído la literatura de David Allen?. Si no lo has hecho, te recomiendo empezar por ahí. Si hubiese que seleccionar un libro sería «Haz que funcione».
Si ya has comenzado su lectura, ve poco a poco aplicando pequeños hábitos en el eje de control. Por ejemplo, primero práctica el hábito de capturar, luego el de procesar,… Pero poco a poco, cuanto más sólidos sean los avances, mejor. Sin prisa, recuerda.
También te adelanto, según mi experiencia, que tienes que estar dispuesta a realizar esfuerzos y soportar cierta frustación (cómo parece que te está pasando ahora, jeje). Esto forma parte del proceso.
Si quieres acotar el tiempo de aprendizaje, sé que hay grandes profesionales que ofrecen servicios de mentoring en GTD con buenos resultados. Es otra opción a valorar (yo desde luego, si la hubiese conocido en mis inicios no me lo hubiese pensado, jeje).
Ánimo y gracias por pasarte por el blog. No dejes de contarme qué tal vas.
Un saludo