Las jornadas tuvieron lugar en el Palacio de los Infantes de Euroforum, en San Lorenzo de El Escorial, nuestro lugar de retiro habitual en este tipo de reuniones y un pueblo que año tras año va sumando experiencias a mi vida.
Me gustaría compartir mis reflexiones sobre lo han significado para mí estas jornadas, desde la experiencia de haber vivido un año más allá del muro. ¡Cómo pasa el tiempo!
Voy a empezar por el final y es que José Miguel tiene la buena y sana costumbre de cerrar las jornadas invitándonos a una reflexión personal. Un momento para compartir, cada cual como considere, lo vivido durante estos días de convivencia.
Al abordar esa reflexión tuve la sensación de que nuestras jornadas son cada vez más maduras, más concretas y más productivas. Es evidente que evolucionamos como red y como personas.
Han sido unas jornadas de intensa reflexión, personal y colectiva, y mucho debate. Hemos pasado de celebrar jornadas muy operativas, con mucho «trabajo de campo», a jornadas más estratégicas.
La constante innovación que aplicamos a nuestras formas de trabajar nos ha ayudado a conseguir un nivel de madurez de colaboración en remoto muy efectivo que nos ofrece más espacio en las jornadas para el pensamiento crítico y el análisis.
Esta evolución nos permite comenzar, hoy, a construir nuestro futuro integrando el corto, medio y largo plazo. Se trata de ser coherentes aplicando y practicando lo que divulgamos, para poder ofrecerlo a nuestros clientes desde la experiencia de los resultados. Pura artesanía.
No obstante, aún nos queda margen de mejora en nuestra operativa del día a día. El compromiso con la excelencia en lo que hacemos forma parte del sello de calidad de OPTIMA LAB y el conformismo queda fuera de la ecuación.
Ese compromiso con la excelencia nos hace superarnos, cuestionarnos y proyectarnos en el futuro. En ocasiones resulta retador pero los buenos resultados requieren trabajo bien hecho, y esfuerzo. Porque no hay evolución sin fricción
Flexibilidad y adaptación
Por otro lado, la red sigue adaptándose con flexibilidad a las circunstancias, algo imprescindible para cualquier forma de organización que quiere ser efectiva en estos tiempos.
A finales de 2018, Cruz decidía abandonar la red para poner foco en otros proyectos profesionales. Han sido un placer compartir con él todos estos años. ¡Mucha suerte Cruz!
Otro cambio relevante que tuvo lugar a finales del año pasado fue la incorporación de Sergio Pantiga a la red. Una incorporación que ya estamos notando enormemente.
Conocí a Sergio en persona en el segundo curso abierto de formación GTD® oficial que facilitamos en 2018. Me llamó la atención el dominio y claridad de ideas que tenía sobre la metodología, además de la cercanía y la tranquilidad que transmite en todo lo que hace. ¡Bienvenido Sergio!
Las cifras también cuentan
No hay que perder de vista que el propósito final de cualquier organización productiva, también de una red productiva como OPTIMA LAB, es tener un negocio sostenible sobre el cual apoyarnos para ayudar a nuestros clientes.
Dedicamos una parte de las jornadas a analizar la evolución del negocio de formación GTD® oficial en los últimos meses.
Las cifras muestran que vamos por el camino correcto, que los clientes valoran un trabajo bien hecho y que el potencial es enorme porque aún estamos ante la punta del iceberg.
Como decía el gran Peter Drucker, “la productividad del trabajador del conocimiento es el mayor desafío de la gestión en el siglo XXI” y muchas organizaciones aún no son conscientes de ello. Afortunadamente queda camino por recorrer y ahí estaremos para acompañarlas.
Las expectativas de futuro son inmejorables incluso para alguien como yo, que está aprendiendo a ver el vaso de la vida medio lleno en lugar de medio vacío 😉
Y en lo personal…
Me lo pasé realmente bien en estas jornadas, especialmente divertida fue la tarde que estuvimos trabajando con Xavi Vila. Hay evidencias fotográficas que lo demuestran… pero quedan para la intimidad de la red 😉
Por cierto, trabajar con Xavi es una pasada. Saca petróleo de donde no lo hay, te hace ser tú mismo, vivir el momento y pasar un gran rato delante de la cámara. Las fotos que ves en el collage de la cabecera de este post son obra suya (aprovecho para dar las gracias a Paz por haberlo montado)
Asistía a estas jornadas con la firme intención de hacer una desconexión y convertirlas en un momento para cargar pilas antes de la intensa temporada de delivery que ya hemos empezado.
Hubo momentos para reír, para charlar, caminar, disfrutar de una buena copa,… Así que objetivo cumplido 😉
Y como todo avanza, ya nos hemos puesto en marcha a un ritmo frenético para avanzar los compromisos que adquirimos y los objetivos que fijamos, con la vista puesta en las siguientes jornadas.
Este año tiene una pinta estupenda y sé que nos va a exigir dar lo mejor, adaptarnos, desaprender y aprender cosas nuevas en muchos aspectos. En nuestra razón de ser, porque, al fin y al cabo, en OPTIMA LAB, somos evolución.