Hace unos días, mi colega Jordi escribía en su blog un post con el título «Y tú, ¿cómo lo llevas?» en relación a la situación con el COVID-19 que estamos viviendo.
En este post de hoy me gustaría compartir con todos vosotros y, por supuesto, con Jordi ;-), qué hacemos y cómo llevamos estos días en casa.
A pesar de la enorme tragedia por las que muchas familias están pasando debido a la situación con el COVID-19, por suerte nosotros de momento lo llevamos «bien».
Trabajando en casa
Tanto Silvia como yo continuamos con nuestro trabajo desde casa de forma normal.
Los dos tenemos amplia experiencia teletrabajando desde diferentes lugares desde hace más de 8 años y para nosotros no ha supuesto ningún cambio. Además, los últimos 3 años llevamos compartiendo espacio de trabajo en casa, por lo que tenemos los servicios y la infraestructura necesaria.
Es cierto que debido a la situación con el COVID-19 los tres niños están en casa todo el día, pero también nos ha ocurrido lo mismo durante los periodos de vacaciones escolares.
Además, los niños se portan muy bien y, con sus cosas de niños, nos ayudan a sacar el trabajo adelante.
Para ellos es normal vernos trabajar en casa, lo han vivido desde que nacieron y suelen respetar muy bien los momentos en los trabajamos. Esto no quita para que, en ocasiones, alguno de los pequeños aparezca furtivamente por alguna de las sesiones de Zoom que tenemos en OPTIMA LAB.
Las costumbres
El ser humano es animal de costumbres, de hábitos, como decía Jordi y como comentaba Laura en uno de nuestros canales de Slack.
En casa, por el momento, hemos evitado obsesionarnos con crear nuevas rutinas. Preferimos que se vayan creando solas, a su tiempo y sin forzar momentos concretos para actividades concretas.
Es cierto que mantenemos los horarios de trabajo de antes aunque con más flexibilidad.
Por ejemplo, entre semana Silvia y yo nos levantamos sobre las 7:00h para empezar a trabajar aprovechando que los niños duermen.
En mi caso, reconozco que algún día me quedo en la cama con los niños disfrutando del momento y esperando a que despierten.
Luego intentamos desayunar todos juntos evitando ver las noticias. En su lugar, le pedimos a Alexa los «temazos» musicales del momento para que aporte un poco de energía extra 😉
Después nos ponemos a trabajar y cada uno a lo nuestro. Silvia en su trabajo, yo con lo mío, y los niños con las actividades que les mandan desde el cole.
El tema sobre los deberes que mandan a los niños darían para un post aparte. Hay cierto debate sobre si son muchos o pocos, si hay que hacerlos como rutina y obligarles a que los hagan.
Soy de la opinión de que vivimos una situación excepcional y tenemos que ir viendo qué es lo que mejor nos funciona como familia.
Ahora mismo, nada de exigencias. Simplemente probamos cosas y vemos cómo funcionan. Es una de las muchas cosas que he aprendido en OPTIMA LAB. Eso sí, ha aparecido una nueva área de responsabilidad en mi sistema GTD®: «Actividades colegio de los niños».
Pero volviendo al tema de las costumbres. Durante la mañana si hace bueno, intento hacer deporte o aprovechar para hacer algún «descanso activo», organizar algo en casa o echar una partida de ping-pong.
Luego, dedico otro momento para trabajar antes de comer y el resto del día es cuestión de fluir, manteniendo espacios para lo profesional y lo personal.
Profesionalmente
En OPTIMA LAB continuamos con toda normalidad en nuestra actividad relacionada con todo lo que no es entrega de formación presencial. Los módulos y programas individuales virtuales de formación GTD® oficial continúan desarrollándose normalmente.
Seguimos avanzando con los proyectos que teníamos en curso y dedicando los recursos que ahora mismo no podemos dedicar a la formación presencial a sesiones de innovación y mejora interna.
En mi experiencia tenemos unos procesos de teletrabajo sólidos y muy solventes. Nos apoyamos en diferentes herramientas tecnológicas (Dropbox, Telegram, Google Drive, Slack, Zoom,…) que ayudan mucho, pero la clave está en nuestros procesos.
También es cierto que tenemos identificadas mejoras que aprovecharemos para avanzar ahora que tenemos más opciones de «experimentar».
Y hablando de un poco de mí…
Pues en mi caso estoy tratando de hacer varias cosas, como comentaba antes, dejando que ocupen su espacio de forma más o menos natural.
Por ejemplo, estoy actualizando todos mis checklist, tanto profesionales como personales.
De hecho estoy tratando de pasar cualquier conocimiento tácito a conocimiento explícito con algún tipo de checklist para que cualquier persona pueda hacer lo que yo hago, tanto en casa como en OPTIMA LAB. Cuando más prescindible sea, mejor 😀
Estoy dedicando más atención a mis finanzas personales, analizando y mejorando las herramientas que uso para —como dice mi amigo Juan Marín—, estar preparado para tomar decisiones correctas.
También estoy aprovechando para leer más. Me ha enganchado la lectura y el estudio de la filosofía estoica como estilo de vida. Algo escribí sobre ello aquí.
Me resuenan muchas cosas útiles, muy válidas a día de hoy —tanto para afrontar estos días como relacionadas con la efectividad— de esta filosofía considerada por muchos expertos como la semilla de las terapias cognitivas conductuales modernas.
También estoy leyendo libros y textos para aprender más sobre el funcionamiento de nuestras emociones, sobre los procesos cognitivos y la forma en la que aprendemos.
Y por supuesto, trato de pasar el mayor tiempo posible con los niños. Hemos fabricado una mesa de ping-pong casera y desmontable con unas tablas, dedicamos tiempo a colorear mandalas o dibujos, jugar al móvil,… Todo en su justa medida.
Voy terminando que me enrollo
Así que Jordi, compañero, este es un pequeño resumen de nuestro día a día. Aunque hablamos casi a diario, viene muy bien reflexionar y poner algunos pensamientos por escrito.
También, en ocasiones, aparece el «perro negro» por mi cabeza pero le acaricio y le dejo pasar hasta la próxima 😉
Antes de terminar —como diría Marta— el post «moñas» que me estoy marcando hoy, quería enlazar el post que publicó Paz el jueves pasado. Una reflexión breve pero cargada de sentido. Te animo a que lo leas.
Y, ahora sí, quiero terminar trasladando mi admiración y agradecimiento a todos los colectivos que están contribuyendo a que toda esta situación con el COVID-19 pase lo más rápido y lo mejor posible. Muchas gracias a tod@s por vuestro sacrificio.
A mí me ha tocado pasar el virus con unas 2 semanas de desconexión laboral y tener toda la info en mi sistema GTD me ha ayudado a volver a retomar todos mis temas sin mayor problema. A pesar de teletrabajar habitualmente, recuperar la concentración es lo que más me está costando en los tiempos que corren. Poco a poco.
Sois un ejemplo en estos tiempos, David. Cuidaos mucho 🙂
Hola, Irene:
Una de las ventajas de GTD es que te ayuda a adaptarte a cualquier situación. Me alegra que estés bien.
Muchas gracias por tus palabras y cuídate también.Un abrazo 😉