Una de las aportaciones que más me gustan de GTD® es su capacidad de ayudarte a avanzar con perspectiva en tus asuntos.
Como ya sabes la metodología GTD® consiste en una serie de hábitos productivos con los que conseguirás sensación de control, enfocarte en lo relevante, liberar tu mente, conseguir resultados y trabajar sin estrés.
GTD® se estructura en dos «ejes», el control y la perspectiva. Por cierto, si quieres saber cómo te encuentras respecto a estos dos conceptos, puedes hacer este test de autoevaluación.
El «control» y la «perspectiva»
El «control» tiene relación con conseguir sensación de control sobre tus asuntos.
En otras palabras, esa sensación de control es lo opuesto a tener estrés como consecuencia de tener todos de tus asuntos personales y profesionales descontrolados.
Si te cuesta saber qué asuntos tienes entre manos, en qué proyectos tienes que avanzar, qué acciones y compromisos tienes pendientes, entonces tu sensación de control es baja.
La «perspectiva» en GTD® tiene relación con la claridad —a diferentes niveles— que tienes en tu vida personal y profesional.
Esta claridad te ayuda, entre otras cosas, a elegir qué hacer y qué no hacer en tu día a día, mantener equilibradas tus áreas de responsabilidad, avanzar hacia tus metas y objetivos; y seguir tu propósito en la vida.
Tu nivel de perspectiva es bajo cuando, por ejemplo, no sabes o dudas sobre por dónde empezar a trabajar, qué tiene sentido hacer antes o después, qué vas a dejar sin hacer o para qué haces lo que haces.
Para avanzar con perspectiva
En mi experiencia, sin lugar a duda es necesario tener tus asuntos bajo control para poder avanzar con perspectiva hacia tus niveles superiores.
Comenzar por trabajar los hábitos que te ayudarán a tener sensación de control es asentar adecuadamente los cimientos de tu efectividad.
Una vez esos cimientos sean sólidos, podrás ir construyendo sobre ellos nuevos hábitos relacionados con la perspectiva.
La efectividad personal es una competencia, y cómo tal, es importante tener unos fundamentos de base bien trabajados. Los hábitos que forman parte del «control» son esos fundamentos.
Cuando consigas un nivel adecuado con esos hábitos —sin obsesionarte en buscar la perfección— será el mejor momento para comenzar a trabajar en los hábitos de los niveles superiores de perspectiva.
Todo está relacionado
A medida que mejores tu control, tendrás «espacio mental» para trabajar y mejorar os niveles superiores de tu perspectiva. Trabajar estos niveles te ayudará a mejorar tu claridad y eso repercutirá positivamente en tu sensación de control.
Como ves, control y perspectiva están relacionados.
Llegados a este punto, me cuesta entender la razón por la cual —supuestos expertos en productividad— insisten en afirmar que tienes que comenzar por definir tu propósito —el nivel más elevado de la perspectiva en GTD®— para mejorar tu efectividad.
Me voy a apoyar en un ejemplo para explicar por qué lo considero un error.
Imagínate que estás en una barca en medio del mar y con varias vías de agua abiertas que hacen que la barca se esté llenado de agua y, por tanto, hundiendo.
Cualquier persona que quiera tener un mínimo de esperanza por sobrevivir, parece lógico que tendría que:
- conseguir cerrar y arreglar las vías por las que entra el agua
- sacar el agua que haya entrado en la barca
- asegurar la fiabilidad de la barca una vez reparada
Después de lo anterior, ya sería el momento de dirigirse con esa barca —fiable y sabiendo qué hacer si se abre una nueva vía de agua— hacia donde quiera que se hubiese decidido ir.
Lógicamente, salvar tu vida reparando la barca y dotándola de fiabilidad sería tendría relación con el «control».
Comenzar a navegar hacia dónde te dirigías —o hacia un nuevo destino en función de las nuevas circunstancias— tendría relación con la «perspectiva».
En GTD®, tanto el «control» como la «perspectiva» son conceptos necesarios para mejorar tu efectividad. El control te da estabilidad necesaria para buscar más claridad y mayor coherencia en tu vida.
En pocas palabras, el control te ayudará a avanzar y definir tu perspectiva con efectividad. Lo contrario, es empezar la casa por el tejado y ya te imaginas como acaba eso.
¡Me encanta el nuevo diseño! y me parece un gran acierto que toda la red lo comparta, se ve un trabajo bien hecho y un proyecto en crecimiento para mí es obvio que, como se ve en las últimas entradas, trabajáis con perspectiva y tenéis el control asegurado.
«Conocer el propósito de lo que haces es lo que te permite tomar elecciones adecuadas sobre qué tiene más sentido hacer en cada momento» como ha dicho José os lo aplicáis a rajatabla.
Un gran abrazo, os sigo.
Hola, Antonio:
Muchas gracias por el comentario. Nuestro compañero Sergio ha hecho un gran trabajo y a él debemos agradecer disfrutar de estas nuevas plantillas.
Ya sabes, siempre con control y perspectiva… y cuando no lo tenemos, a volver a subirnos a la tabla 😉
Un abrazo!
Claramente, el control funciona como catalizador para crear perspectiva y a su vez la perspectiva es el catalizador para obtener más control.
Se trata de un ejemplo típico de un bucle de retroalimentación.
Cuando trasladamos esta observación a la andragogía, en concreto a la formación en efectividad personal, queda claro que la mejor forma de implementar un sistema circular is iterando entre el control y la perspectiva.
Esto encaja además perfectamente a los procesos de enseñanza de los adultos, que nunca son lineales.
Pero luego me sorprende que argumentas que primero hay que dominar el control para luego dedicarte a la perspectiva, basándote en un ejemplo teórico que David Allen lleva usando desde hace muchos años.
Esto va en contra de lu afirmación anterior, que el control y la perspectiva están relacionados.
Como decía el gran Peter Drucker: «No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto». La mejor forma para evitar hacer eficientemente una cosa que no se debe hacer, es ganado perspectiva lo antes posible.
La perspectiva te ayuda a priorizar, es tu guía al decidir aceptar una tarea o no, te motiva, es el instrumento principal para elegir la siguiente acción a completar.
Mi consejo es que no esperas hasta que tienes incorporado todos los aspectos para obtener el control, sino dedica desde el primer día también un poco de tu atención al desarrollo de tus niveles más altos de perspectiva.
El control y la perspectiva van mano en mano.
Hola, Jeroen:
Gracias por pasarte a comentar por aquí.
Existe una relación entre el Control y la Perspectiva, tal y como plantea GTD desde hace años. Pero en ningún momento se habla de círculos o bucles, estructuras simples para algo más complejo como es el comportamiento humano.
De hecho, David Allen habla de la matriz de autogestión y de cómo nos vamos moviendo por ella en función de cada momento de nuestra vida.
Dudo en que puedas desarrollar (de verdad) la perspectiva (de verdad) si tu mundo es un caos carente de control. Por eso hay que comenzar por el control.
Porque para llegar y desarrollar altos de perspectiva hay dedicar recursos racionales y emocionales.
Recursos que son difíciles que aparezcan con calidad si te preocupas o tienes la mente puesta en cosas como que no se te olvide hacer una llamada clave, o estás pensando en qué puedes hacer cuando termines esa «sesión» de perspectiva o…,ejemplos hay miles.
Sí que es cierto que existen en el mercado pseudosoluciones (frankesteins montados o reformulados «marketinianamente» que se basan claramente en metodologías comprobadas como GTD, aunque no lo reconocen) que pretenden vender más planteando opciones que comiencen por los niveles más elevados de perspectiva (como el autoconocimiento o el propósito). Intuyo que su funcionamiento es extremadamente poco aplicable a la realidad de las personas de forma sostenible.
Y no hay nada contradictorio en lo que he comentado. Control y perspectiva están relacionados (me alegro que coincidas conmigo). Comenzar por definir un propósito (en lo que se refiere a efectividad personal) cuando tienes todo descontrolado es un mal enfoque y eso sí es contradictorio.
Ahora, si ya tienes el control suficiente… ¡adelante con la perspectiva! Entre otras cosas porque te lo va a pedir el cuerpo al disponer de «espacio mental». Pero no empezar con la perspectiva desde el primer día simplemente porque sí
Te animo a que lo pruebes, verás lo bien que funciona así… 😉
¡Un abrazo!